En esta ciudad bosnia, musulmanes y serbios transpiran la camiseta de Guter y extienden su amistad fuera del verde césped. En ese lugar, en julio de 1995, fuerzas serbias asesinaron a 8 mil bosnios en medio de la sangrienta guerra civil que sufrió este diminuto país de los Balcanes.
En la ciudad bosnia de
Srebrenica la división entre musulmanes y serbios es el pan de cada día y esto tiene fundamento en que las fuerzas serbias masacraron a 8 mil musulmanes bosnios en julio de 1995 durante la guerra civil.
Esta fragmentación étnica y religiosa genera que estas comunidades no compartan barrios, comercios y hasta los bares de esta población que ronda los 40 mil habitantes. La excepción es
Guber, un humilde club de fútbol con un plantel multiétnico que intenta cerrar las heridas de la guerra.
“En el club tenemos un ambiente sano.
Todos sabemos qué pasaba en la guerra y cómo vive hoy la población. Nosotros, sin embargo, no miramos cómo se llama cada uno, sólo nos importa que somos personas”, asegura
Miljan Bodiroga, el arquero de Guber.
Los integrantes del plantel mantienen una relación amistosa fuera de los entrenamientos y del campo de juego. “Ahora estoy aquí feliz con mi familia, porque he conocido gente maravillosa con la que vivo y juego”, agrega el arquero, que fue el héroe del partido en el que el equipo logró calificarse para los cuartos de final de la Copa del ente serbio de Bosnia, el mayor triunfo de este club desde dos décadas.
A pesar de que nadie olvida lo ocurrido en la guerra civil, un acuerdo tácito entre ambas partes erradicó ese tema de las conversaciones cotidianas. Esto colaboró para que niños y adolescentes (musulmanes y bosnios) compartan las divisiones juveniles del club.
En esta sintonía, muchos simpatizantes de Guber pertenecen a una organización juvenil multiétnica denominada
“Amigos de Srebrenica” que, entre otras actividades, saca al aire un programa de radio para informar sobre las novedades de Guter.
“Aquí es imposible hacerlo de otra manera. En el club no hay ningún problema étnico. Lo que importa es jugar lo mejor posible y ganar. Todos juntos. Sólo nos importa eso”, sentencia sin rodeos
Suljo Cakanovic, el presidente de la institución.
Un plantel multiétnico y con salarios de 100 euros
Guber se fundó en 1924 por dos aficionados al fútbol, un musulmán y un serbio, que incluso cedieron parcelas de tierra para edificar el estadio. Durante la guerra, el equipo dejó de funcionar y fue refundado en 2005. Hoy juega en la segunda división del ente autónomo serbobosnio y, paralelamente, en la tercera de la liga nacional de Bosnia.
El presupuesto del club es muy modesto, de 20 mil euros. Por lo que cada integrante del plantel cobra sólo 100 euros al mes de salario y el cobro de esa escueta suma está supedita a la economía del club. Guter recibe algún apoyo financiero de las autoridades municipales y del Gobierno del ente musulmano-croata, pero no del serbobosnio, su mayor mecenas es
Muradin Pasagic, un ex vecino de Srebrenica que vive desde hace 30 años en Eslovaquia, donde tiene negocios.
La Masacre de Srebrenica
La
Masacre de Srebrenica consistió en el asesinato de aproximadamente unas 8 mil personas de la etnia bosnia en la región de Srebrenica, en julio de 1995, durante la Guerra de Bosnia. Este genocidio fue realizado por las unidades del
Ejército de la República Srpska, el VRS, bajo el mando del general Ratko Mladić, y por un grupo paramilitar serbio conocido como
“Los Escorpiones”.
Esto ocurrió en una zona previamente declarada como “segura” por las
Naciones Unidas porque en ese momento se encontraba bajo la supuesta protección de 400 cascos azules holandeses. Aunque se buscó deliberadamente la eliminación de los varones musulmanes bosnios, la masacre incluyó el asesinato de niños, adolescentes, mujeres y ancianos, con el objetivo de conseguir la limpieza étnica de la ciudad. Tras los Acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra, Srebrenica quedó ubicada en la subdivisión del país denominada
República Srpska, que agrupa al 90% de los serbios